La verdad es que el tiempo pasa deprisa, y vuelven otra vez las noches frias, en las que tenemos que abrigarnos y ponernos braga y todo lo que sea térmico, porque las bajadas se hacen insoportables, y los pasos por rieras hielan los huesos de cualquiera.
Durante muchos meses volvere a la noche que es donde normalmente se ubica el groso de mi entrenamiento.
La noche tiene algo de místico y relajante que engancha, la soledad en medio de las pistas a muchos km de tu casa da una sensación de libertad y de locura que pocas cosas pueden dar. Estoy haciendo algo malo? posiblemente mi madre no lo entienda... de hecho... no lo entiende.