jueves, 15 de octubre de 2009

Llega el frío y las salidas nocturnas, la noche la sangre altera.

La verdad es que el tiempo pasa deprisa, y vuelven otra vez las noches frias, en las que tenemos que abrigarnos y ponernos braga y todo lo que sea térmico, porque las bajadas se hacen insoportables, y los pasos por rieras hielan los huesos de cualquiera.
Durante muchos meses volvere a la noche que es donde normalmente se ubica el groso de mi entrenamiento.

La noche tiene algo de místico y relajante que engancha, la soledad en medio de las pistas a muchos km de tu casa da una sensación de libertad y de locura que pocas cosas pueden dar. Estoy haciendo algo malo? posiblemente mi madre no lo entienda... de hecho... no lo entiende.

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